La institución protege las aplicaciones móviles teniendo en cuenta no sólo los requisitos de seguridad de las aplicaciones de negocios, sino también las medidas de protección de los dispositivos, en especial para enfrentar las situaciones de vulnerabilidad.

La seguridad de las aplicaciones móviles indica el nivel de protección de una aplicación para dispositivos móviles contra el malware (software malintencionado), phishing (suplantación de identidad) y otros tipos de piratería informática. Todos los componentes de una aplicación móvil la hacen vulnerable a las violaciones de seguridad. Debido a que el robo de identidad y la piratería financiera son cada vez más comunes, es sumamente importante que las instituciones tomen precauciones de seguridad adicionales para proteger las aplicaciones móviles y a sus usuarios.