Los actuarios y otros profesionales de la seguridad social que prestan servicios actuariales para regímenes de seguridad social poseen las cualificaciones apropiadas y la pericia necesaria para cumplir con sus responsabilidades. Un actuario cualificado es miembro de una asociación actuarial profesional nacional o internacional (o trabaja para cumplir los requisitos para convertirse en miembro) y sigue las normas profesionales aplicables, las reglas de conducta profesional y los requisitos de desarrollo profesional continuo.
La calidad del trabajo actuarial realizado para regímenes de seguridad social depende en gran medida de las cualificaciones, las aptitudes y la experiencia de los profesionales que realizan este trabajo. Esta Directriz deberá consultarse junto con la Directriz 54 y con la Parte F de las presentes Directrices.
Esta directriz distingue al actuario con una afiliación o cualificación actuarial reconocida que exige la evaluación oficial de sus aptitudes y experiencia (“actuario”) de otros profesionales de la seguridad social que realizan trabajo actuarial para una institución de seguridad social.