Los Países Bajos están a punto de reformar su régimen de pensiones profesionales en el marco de una reforma más amplia de su sistema de pensiones de tres pilares. Esta reforma conlleva cambios importantes en las prestaciones de pensión del primer pilar. Sin embargo, este artículo se centra en la próxima reforma de las pensiones profesionales, el segundo pilar del sistema, que afecta tanto a las cotizaciones como a las prestaciones de pensión. Esta reforma está relacionada con una serie de reformas que han transformado gradualmente el contrato de pensiones que prevalecía hace 20 años, para pasar de un contrato de prestación definida en función del último salario a un contrato de cotización definida colectivo. Los autores sostienen que estas reformas responden a cambios en el entorno exterior, como el envejecimiento de la población y el descenso persistente de los tipos de interés. La próxima reforma responde a la exigencia de un régimen de pensiones más individualizado, más estrechamente vinculado con el mercado de trabajo y que no reparta los riesgos de tipos de interés entre generaciones. El nuevo contrato de pensiones sigue siendo en parte colectivo, puesto que los activos de los participantes se invierten de manera colectiva. Además, se puede utilizar un fondo de solidaridad obligatorio para distribuir los riesgos entre las generaciones.