El Canadá actuó frente a la pandemia de COVID 19 con diversas medidas de apoyo, como los pagos directos a los trabajadores que se vieron desplazados a causa de las medidas de salud pública. Aunque estas medidas no constituían una verdadera renta básica, pusieron de relieve una serie de problemas, como los desafíos relacionados con su puesta en marcha y con las relaciones intergubernamentales, que influyeron en la opinión pública y en los que tuvieron que intervenir los defensores de la renta básica. El funcionamiento del estado del bienestar social liberal del Canadá fundamentó la formulación de políticas durante la pandemia y puso de manifiesto la resistencia a abandonar el sistema binario de apto/no apto que trajo consigo la condicionalidad. Las ayudas a las rentas que se ofrecieron durante la pandemia fueron una respuesta pragmática ante un acontecimiento externo que reveló la insuficiencia de las políticas existentes y ofreció una oportunidad de cambio.