En el informe Desarrollos y tendencias en la seguridad social – Europa 2024 se señala que los países europeos, pese a contar con sistemas de seguridad social integrales y sólidos, se han visto obligados a hacer frente a desafíos complejos que guardan relación con el envejecimiento de la población y con los cambios en el ámbito laboral y en las dinámicas familiares. Asimismo, se detallan tendencias de interés, por ejemplo, que la seguridad social se concibe cada vez más desde un enfoque basado en el ciclo de la vida y desde una perspectiva más integral de las distintas ramas de la seguridad social.

“En este informe se pone de manifiesto que Europa continúa innovando y emprendiendo reformas para fortalecer la seguridad social, asistir a las personas a lo largo de su vida y crear sociedades resilientes”, afirma Marcelo Abi-Ramia Caetano, Secretario General de la AISS.

La reforma de la seguridad social en Europa

Las reformas realizadas recientemente en Europa están motivadas por la necesidad de disponer de sistemas de seguridad social sostenibles y adaptables que tengan en cuenta el envejecimiento de la población. Gran parte de las reformas giran en torno a las pensiones, si bien algunas de ellas afectan al sistema en su conjunto y otras se centran en las pensiones del segundo pilar. Dado que la población tiene una edad cada vez más avanzada, se han llevado a cabo reformas para aumentar la edad de jubilación e incentivar a las personas a trabajar durante más tiempo. Además, en el informe se presentan medidas para corregir las diferencias en las pensiones de hombres y mujeres, así como ejemplos de las primeras reformas de las pensiones centradas en las personas con trabajos poco cualificados o que requieran esfuerzo físico. También se han emprendido varias reformas para mejorar la atención de salud en general, así como la atención de salud mental y los servicios de cuidados de larga duración. En la misma línea, la Directiva relativa a la conciliación de la vida familiar y la vida profesional de la Unión Europea ha propiciado la creación o la ampliación de las prestaciones de maternidad y paternidad en muchos países.

Un enfoque basado en el ciclo de vida

Los gobiernos e instituciones de toda Europa conciben cada vez más la seguridad social desde un enfoque basado en el ciclo de vida. Dado que las estructuras familiares y los patrones de las carreras profesionales están cambiando, la seguridad social debe apoyar a las personas en las nuevas circunstancias y en las transiciones que se produzcan entre las distintas etapas de su vida. Cada vez se hace más hincapié, por un lado, en ayudar a las personas en edad de trabajar a acceder a un trabajo y en velar por que lo conserven y, por el otro, en garantizar que existan entornos de trabajo seguros y saludables. Estas cuestiones guardan relación con la cuestión indicada anteriormente de que las personas mantengan un empleo productivo durante más tiempo, lo que tiene beneficios tanto individuales como a nivel de la sociedad.

Innovación y digitalización

En todos los ámbitos se presta atención a la innovación y a la digitalización con miras a ofrecer servicios de mejor calidad y centrados en los afiliados. El auge de la automatización de los procesos y el uso de la inteligencia artificial suponen una importante transformación que permite a las instituciones optimizar las operaciones de seguridad social y mejorar los procesos de adopción de decisiones. A medida que aumenta la digitalización de la prestación de servicios, se insiste asimismo en la inclusión digital a fin de garantizar que los usuarios dispongan tanto del acceso necesario como de las aptitudes requeridas. Por otro lado, la digitalización no consiste solo en mejorar el acceso de los usuarios, sino también en modificar los procesos de trabajo, de adopción de decisiones y de gestión de las responsabilidades de las instituciones.

Extensión de la cobertura

Pese a que la cobertura de seguridad social en Europa es elevada, se está realizando una labor considerable para subsanar las deficiencias en este sentido, sobre todo las que afectan a determinados grupos como los migrantes, las mujeres, los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores que realizan su actividad mediante plataformas digitales y nuevas formas de empleo. La Unión Europea ha impulsado iniciativas para garantizar la protección social de los trabajadores de plataformas y los trabajadores por cuenta propia, lo que ha traído consigo la puesta en marcha de iniciativas y reformas en el plano nacional. Asimismo, existen iniciativas importantes para lograr la cobertura sanitaria universal.

Creación de una seguridad social resiliente

Por último, pero no por ello menos importante, lo anterior está relacionado con la tarea fundamental de incrementar la resiliencia de la seguridad social y de las sociedades en general. La pandemia de COVID-19 supuso una prueba de resistencia para Europa y para el resto de regiones, y la seguridad social desempeñó un papel esencial en la respuesta de la sociedad. Desde entonces se han planteado diversos desafíos económicos, geopolíticos, climáticos y ambientales de gran calado, de modo que las instituciones de seguridad social se centran en mejorar la resiliencia y la capacidad de respuesta ante las crisis, para lo que tratan de conseguir un equilibrio entre asequibilidad, adecuación y sostenibilidad, de reforzar los ingresos, de optimizar la rentabilidad de las inversiones y de respaldar los mercados de trabajo.

Formato interactivo

Este informe sirve de base para los debates del Foro Regional de la Seguridad Social para Europa, celebrado en Oporto (Portugal) del 16 al 18 de abril de 2024. Se presenta en un formato interactivo que permite a los lectores navegar por el contenido con facilidad y acceder a una gran cantidad de información y recursos sobre los temas específicos tratados en el informe. También se encuentra disponible en una versión imprimible en formato pdf.