Con ocasión del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el 28 de abril, la atención se ha centrado en la creación de sistemas de seguridad y salud en el trabajo más resilientes a medida que vamos superando progresivamente la crisis de la COVID-19. La pandemia mundial ha dado a la salud y la seguridad de los trabajadores una importancia sin precedentes. Debemos aprender de esta experiencia para estar mejor preparados de cara al futuro.
A principios de 2020, en cuestión de días y semanas, el entorno de trabajo de muchos millones de trabajadores de todo el mundo cambió por completo. Con el fin de detener la rápida propagación del coronavirus, se adoptaron medidas inmediatas, a menudo drásticas. Se puso en marcha el teletrabajo y se establecieron medidas de distanciamiento físico e higiene. De este modo, se limitó el contacto físico e interpersonal con los colegas y los clientes. Asimismo, se mejoraron los informes y los procedimientos para garantizar un seguimiento eficaz en caso de infección de un miembro del personal.
Las instituciones de seguridad social no han sido la excepción. Desde el principio de la crisis, la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) documentó la adaptación de los procesos internos y los recursos humanos y cómo se aprovecharon los servicios electrónicos para poder seguir prestando servicios en una situación en la que la salud y la seguridad del personal y de los afiliados lo exigían. La AISS ha recopilado las medidas de prevención aplicadas en todo el mundo en el Corona Prevention Monitor (Monitor de Prevención del Coronavirus).
“La salud y la seguridad tanto del personal como de los afiliados ha sido una cuestión prioritaria para las instituciones de seguridad social durante la pandemia”, declaró Marcelo Abi-Ramia Caetano, Secretario General de la AISS. La Asociación elaboró recientemente un análisis sobre el fomento de una cultura de la prevención por parte de las instituciones de seguridad social en América Latina. Este análisis, basado en las buenas prácticas presentadas por las instituciones miembros de la AISS de la región, puso de manifiesto la enorme diferencia que supuso la adopción de medidas rápidas e innovadoras, como un mayor uso de los canales digitales.
La seguridad y salud en el trabajo seguirán ocupando un lugar destacado en el orden del día de la AISS. Ya en octubre de 2020, la reunión virtual del Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo demostró que la COVID-19 había acelerado la innovación en materia de salud y seguridad en el trabajo, cuestión que se abordará con más detalle en el XXII Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, en septiembre de 2021. Esta también podría ser la ocasión de hacer un balance de la estrategia Vision Zero para eliminar los accidentes, las enfermedades y los daños en el trabajo, que recientemente ha recabado el apoyo de 15 000 adherentes en todo el mundo.