En un informe reciente de la AISS se explica cómo la innovación en la seguridad social ha permitido aplicar con éxito las medidas de emergencia para hacer frente a la pandemia, manteniendo y mejorando al mismo tiempo la prestación de servicios.
La pandemia de COVID-19 sigue planteando graves problemas para la salud pública, así como problemas sociales y económicos. Las iniciativas para recuperar las economías y frenar la pérdida de vidas y medios de vida dependen fundamentalmente de la amplia disponibilidad de vacunas, de la continuidad de los protocolos de seguridad y de la sostenibilidad de las políticas de protección y apoyo a las personas y las empresas.
En medio de esta adversidad sin precedentes, hemos sido testigos de la manera en que las instituciones de seguridad social en África han hecho todo lo posible por cumplir su promesa de protección. Como se afirma en el informe de la AISS, la labor realizada antes de la pandemia para crear capacidad y mejorar los servicios están permitiendo responder con firmeza a las exigencias actuales.
El informe de la AISS Priorities for social security – Africa 2021: Trends, challenges and solutions (Prioridades para la seguridad social en África 2021: Tendencias, desafíos y soluciones), elaborado para el Foro Virtual de la Seguridad Social para África, que se celebrará virtualmente los días 5 a 7 de octubre de 2021, aborda los siguientes cinco temas fundamentales:
- Evolución de las prácticas de gestión
- Extensión y mantenimiento de la cobertura de seguridad social
- Atención a las necesidades de una población de envejece
- Promoción del crecimiento inclusivo y la cohesión social
- Respuestas de la seguridad social a la COVID-19 en África
El capítulo 1 titulado Evolución de las prácticas de gestión, destaca la creciente aplicación de la ventanilla única en la prestación de servicios y el desarrollo de una mayor cantidad de aplicaciones de inteligencia artificial, tecnología biométrica y analítica empresarial. Como se indica en el informe de la AISS, las instituciones están consolidando las mejoras en las prácticas de gestión y gobernanza, gracias al uso de tecnologías avanzadas que facilitan la labor de hacer cumplir el pago de las cotizaciones y ayudan a luchar contra los errores, la evasión y el fraude. La adopción a gran escala de tecnologías móviles en la región es un factor fundamental.
En el capítulo 2, Extensión y mantenimiento de la cobertura de seguridad social, se señala que casi todos los países de África han adoptado planes y estrategias para introducir o extender un paquete básico de prestaciones de seguridad social. La combinación de sistemas de financiación contributivos y no contributivos, el establecimiento de asociaciones públicas y privadas, y las intervenciones a nivel nacional y comunitario están ayudando a proporcionar un nivel básico de protección en muchos países. Aun así, sigue habiendo problemas importantes, como los que plantean el siempre deficiente número de personas que reciben cobertura, los tipos de riesgos y contingencias cubiertos y la idoneidad del nivel de las prestaciones.
En el capítulo 3, Atención a las necesidades de una población que envejece, se pone de relieve que, aunque África es el continente más joven del mundo, en todos los países de la región la población envejece rápidamente. A pesar de las diferencias subregionales, el envejecimiento evoluciona al mismo tiempo que las tendencias socioeconómicas relacionadas con el proceso de urbanización. En particular, estas tendencias afectan a las estructuras familiares que tradicionalmente han apoyado a las personas de edad frágiles. En África, muy pocas personas de edad avanzada reciben una pensión, y las que lo hacen suelen ser trabajadores del sector formal y funcionarios. A pesar de la creciente concienciación sobre las necesidades de una población que envejece, trasladar esta toma de conciencia a programas e intervenciones generalizados sigue siendo un desafío.
El capítulo 4 se centra en el papel de la seguridad social en la Promoción del crecimiento inclusivo y la cohesión social. Con la intención de aprovechar mejor este potencial, en el informe se destaca la oportunidad que ofrece el dividendo demográfico de mujeres y jóvenes africanos, cuyo papel productivo en la fuerza de trabajo es uno de los puntos fuertes que subyacen en la región. Por su parte, la iniciativa empresarial, las empresas emergentes y las pequeñas empresas tienen un potencial significativo de creación de puestos de trabajo, lo que puede estimular el empleo y reducir la desigualdad y la pobreza. Así pues, el objetivo es aumentar el empleo formal y el espacio fiscal para el gasto público, incluido el tan necesario gasto social.
En el capítulo 5, Respuestas de la seguridad social a la COVID-19 en África, se analizan las medidas adoptadas en muchos países de la región para hacer frente a la crisis. Además de la creación de nuevos programas de asistencia social, y de la ampliación de los ya existentes, para atender las necesidades urgentes, en particular las de los grupos vulnerables y de las personas que han perdido sus empleos durante la pandemia, en el informe se destacan las medidas fiscales y relativas al mercado de trabajo que han servido para prestar apoyo a las empresas y los hogares. La pandemia es un paso atrás importante para África y podría revertir o retrasar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 en la región.
Como concluye acertadamente la AISS en su informe, la pandemia ha mostrado que la transformación digital de las instituciones de seguridad social es necesaria e inevitable, y que también conviene asegurarse de que el personal cuente con las capacidades adecuadas. Hacer frente a los desafíos y avanzar significa reconstruir urgentemente los medios de vida y obtener unos resultados mejores y más inclusivos.