La simplificación administrativa basada en el riesgo tiene como objetivo reducir la complejidad reglamentaria, la carga administrativa y otros obstáculos al suministro rápido y rentable de servicios de protección social. Esto se lleva a cabo manteniendo la integridad de los programas y preservando el sistema de contrapoderes que atenúa los riesgos de fraude y abuso al concentrarse en las disposiciones legislativas sobre los clientes que constituyen el mayor riesgo, por su probabilidad y por la gravedad de sus consecuencias.

Existen muchos enfoques de simplificación administrativa. Las instituciones deben adoptar el enfoque más adaptado a su entorno o a los programas que se desea simplificar.