En el gráfico que figura a continuación se muestra un ejemplo del enfoque sistemático de las enfermedades profesionales, desde una sospecha de la existencia de una enfermedad profesional y su notificación hasta la decisión final por parte de la institución de seguridad social sobre si reconoce o no la enfermedad. La decisión relativa a tal reconocimiento depende de la causalidad entre la enfermedad y el lugar de trabajo, que determina la clasificación de la enfermedad como profesional.
El marco jurídico debe definir con claridad el procedimiento de reconocimiento de los casos de enfermedades profesionales notificados. Este procedimiento puede basarse en evaluaciones médicas y técnicas individuales. También son útiles en el proceso de reconocimiento los datos relativos a la exposición en el lugar de trabajo proporcionados por el departamento de prevención, así como los estudios científicos en materia de riesgos profesionales. Una lista nacional de las enfermedades profesionales que contenga los criterios de reconocimiento precisos, acompañada de un sistema complementario de reconocimiento para las enfermedades que no figuren en la lista, es, en la mayoría de los casos, una manera eficiente de establecer criterios de reconocimiento claros y validados; el método también puede basarse en la evaluación de cada caso realizada por los expertos; también es posible una combinación de estos dos sistemas (una lista indicativa nacional, de la OIT o de la UE, y la investigación caso por caso).
Los sistemas de seguridad social modernos que ofrecen servicios integrales de prevención de riesgos profesionales, rehabilitación y compensación dan prioridad a la prevención, seguida del tratamiento o la rehabilitación y la compensación. Este enfoque puede aplicarse tanto a los accidentes de trabajo como a las enfermedades profesionales. Los principios relativos al proceso de rehabilitación se describen en las Directrices de la AISS sobre el Regreso al Trabajo y la Reintegración.
Sistema de identificación y reconocimiento de las enfermedades profesionales (EP)
Además del acceso oportuno al tratamiento en las fases agudas y a la rehabilitación médica, se deben ofrecer servicios profesionales centrados en medidas individuales de prevención.
La compensación financiera debe formar parte de las prestaciones de la seguridad social cuando la enfermedad profesional no es curable o la reintegración profesional del paciente no es completa, lo que implica la pérdida de capacidad para obtener ingresos.