Con el fin de estructurar y establecer las prioridades relativas a las actividades en materia de seguridad y salud en el trabajo, las instituciones de seguridad social han establecido un marco de prevención centrado en cuatro áreas de acción principales, a saber: la seguridad y la salud en el lugar de trabajo, las tecnologías seguras, las capacidades y la actitud individuales frente a la prevención, e instrucciones y orientaciones claras. Si todas estas áreas se abordan de forma sistemática, se puede esperar una mejora continua en el ámbito de la seguridad y la salud. Estas áreas suelen estar recogidas en una estrategia de prevención, en la que se definen los objetivos necesarios para reducir el número de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales en un período de tiempo determinado y se esboza a grandes rasgos la cooperación con otros actores, entre los que figuran los interlocutores sociales y las autoridades de seguridad y salud (mediante inspecciones de trabajo).
A nivel internacional, el Convenio sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2006 (núm. 187), solicita el establecimiento de una política, un sistema y un programa nacional en materia de seguridad y salud en el trabajo, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha adoptado un Plan de acción mundial sobre la salud de los trabajadores (2008-2017). Los Estados miembros de la Unión Europea actúan con arreglo a las prioridades y los objetivos establecidos en la Estrategia comunitaria de salud y seguridad en el trabajo, que les obliga a establecer estrategias y programas de prevención nacionales que contribuyan a la ejecución de la Estrategia comunitaria. Un ejemplo es el Ejecutivo de Salud y Seguridad del Reino Unido que ha publicado The health and safety of Great Britain: Be part of the solution (La seguridad y la salud de Gran Bretaña: Sea parte de la solución).
Una prioridad consecuente para las organizaciones de seguridad social de todo el mundo, es el objetivo de reducir constantemente el número de accidentes del trabajo, enfermedades profesionales y riesgos para la salud relacionados con el trabajo y promover el bienestar en el lugar de trabajo. La Comisión Especial de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) sobre la Prevención, ha desarrollado el enfoque Vision Zero basado en la opinión de que todos los accidentes pueden prevenirse y que un mundo sin accidentes graves y mortales es posible. Vision Zero promueve una cultura de la prevención y un compromiso a favor de la seguridad de todas las personas en el lugar de trabajo. Cabe destacar que esta cultura, fundamentada en la filosofía de que, en principio, ningún accidente es aceptable, debe formar parte de los sistemas de gestión ya que proporciona una base para extraer lecciones de los accidentes y mejorar los procesos para evitar accidentes similares en el futuro.
El Ministerio de Trabajo de Singapur ha adoptado Vision Zero como una estrategia nacional, vinculándola con el enfoque Vision Zero de la AISS, así como con los Convenios núm. 155 y núm. 187 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El Seguro Social Alemán de Accidentes de Trabajo (Deutsche Gesetzliche Unfallversicherung – DGUV), ha adoptado la estrategia Visión Cero, según la cual la seguridad y la salud en el trabajo no son una utopía, sino un objetivo realista, siempre que se tengan en cuenta todos los medios adecuados y que cada accidente del trabajo o enfermedad profesional, ya sea mortal o grave, puede y debe prevenirse mediante medidas específicas. Centrar las medidas de prevención en los casos mortales y graves permitiría, por lo tanto, incrementar el nivel de seguridad y salud.
De conformidad con la legislación nacional en materia de seguridad y salud, el empleador asume la responsabilidad principal relativa a las medidas de prevención a nivel empresarial. Los sistemas y las políticas nacionales de seguridad y salud supervisan y apoyan la labor del empleador en el cumplimiento de sus obligaciones. Estos sistemas incluyen un enfoque tripartito basado en el diálogo social entre trabajadores y empleadores, el cumplimiento de las disposiciones legales por parte de las autoridades competentes en el ámbito de la salud y la seguridad (mediante inspecciones de trabajo) y el apoyo brindado mediante servicios de prevención y salud en el trabajo, incluidos los servicios prestados por las instituciones de seguridad social, entre otros. El Convenio de la OIT sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155), ofrece una descripción de un programa nacional sólido de seguridad y salud en el trabajo.
Las lesiones profesionales y los riesgos para la salud en el trabajo suelen estar asegurados en virtud de un sistema de seguridad social administrado por el Estado (por ejemplo, los regímenes de seguro social de accidentes de trabajo o los consejos de indemnización de los trabajadores), que, en la mayor parte de los casos, cubren tanto los accidentes del trabajo como las enfermedades profesionales. En algunos países, los seguros no están gestionados por organismos especializados sino por cajas nacionales de seguridad social que cubren diversas ramas como el desempleo, las pensiones y las prestaciones de salud y familiares, además de los accidentes del trabajo.
En los países que aún no cuentan con un sistema de seguro obligatorio de riesgos profesionales, existen regímenes gestionados por el sector privado. En los países que disponen de un sistema de seguridad social administrado por el Estado, los regímenes del sector privado pueden complementar el sistema de seguridad social asegurando los riesgos relacionados con el trabajo que no están cubiertos por el sistema estatal y, en algunos casos, las enfermedades profesionales.
La prevención de riesgos profesionales también atañe a los regímenes de seguros de salud. Según la duración y el tipo de lesión o enfermedad, puede que el régimen del seguro de salud y el consejo de indemnización de los trabajadores compartan el pago de las prestaciones médicas del asegurado o que el régimen de seguro de salud sea el que corra con todo el gasto; esto depende de lo establecido en la legislación nacional sobre seguridad social. Dado que una lesión profesional puede causar una discapacidad, los fondos de pensiones tienen interés en intervenir de forma temprana y reducir el número de accidentes relacionados con el trabajo que pueden suponer una solicitud de pensión de invalidez.