Las inversiones directas o indirectas en infraestructura pueden ser una opción adecuada para los fondos de reserva de la seguridad social. La institución de seguridad social se asegura de que toda inversión en esta clase de activos esté debidamente supervisada. La institución de seguridad social vela por que la dirección cuente con la experiencia y las competencias necesarias para tomar decisiones de inversión en relación con la misión y los objetivos de la institución. Las decisiones de inversión se tomarán teniendo en cuenta las características específicas de esta clase de activos, en particular los diferentes tipos de riesgo, como el riesgo de construcción y la gestión del flujo de ingresos resultante, así como el riesgo de liquidez, el riesgo de acontecimientos y el riesgo político y reglamentario, que pueden ser mayores que en otras inversiones.
Los diferentes desafíos de gestión de los riesgos requieren cierta experiencia de gobernanza, como la participación de terceros en el proceso de gestión de las inversiones, que no suele ser necesaria para otras clases de activos.