Las directrices se organizan en dos partes:
En la Parte A, Los recursos humanos y la gestión de los recursos humanos en un mundo digital, se proporciona orientación sobre la creación de un entorno institucional de políticas para facilitar la respuesta de los RH y de la GRH al desafío de doble cara expuesto anteriormente, esto es, facilitar que los recursos humanos de la institución en un mundo digital contribuyan a la transformación satisfactoria de la institución, y, al mismo tiempo, garantizar que la función de la GRH se rediseñe y replantee por medio de las tecnologías apropiadas, para seguir promoviendo el crecimiento, el desarrollo y el bienestar del personal en un lugar de trabajo híbrido entre el mundo digital y presencial.
En la Parte B, Trabajar en un entorno híbrido, se ofrece orientación en tres áreas principales de la GRH que están siendo transformadas por el mundo digital, a saber::
- El trabajo – La naturaleza del trabajo seguirá evolucionando con las innovaciones y los avances tecnológicos. El diseño del trabajo y los métodos de trabajo cambiarán conforme los recursos humanos adquieran más soltura en el uso de las capacidades analíticas y predictivas de las nuevas tecnologías. Los nuevos métodos de trabajo acelerarán la resolución de problemas, la innovación y la adopción de decisiones.
- El lugar de trabajo – Las tecnologías digitales propician la creación de un lugar de trabajo híbrido en el que el personal presencial puede trabajar con los que trabajan ex situ. Un lugar de trabajo híbrido genera distintas oportunidades, pero también plantea problemas, como el uso óptimo de las oficinas, la colaboración entre el personal presencial y los que trabajan ex situ, la estimación correcta de la disponibilidad del personal presencial y sus competencias, y los desafíos relacionados con la integridad y la seguridad de las bases de datos que son accesibles para los trabajadores presenciales y los que trabajan ex situ.
- La fuerza de trabajo – La GRH debe garantizar la agilidad de la fuerza de trabajo para que pueda contribuir a la transición digital de la institución. Entre las competencias más importantes que hay que desarrollar se encuentran la resolución de problemas y las capacidades cognitivas, aritméticas y creativas; la inteligencia social y emocional y el comportamiento socialmente inclusivo; y la capacidad para idear, innovar y trabajar en equipo. El bienestar personal y el crecimiento profesional del personal requieren un enfoque centrado en el empleado.
En cada parte se presentan las directrices específicas, y cada directriz consta de los tres apartados siguientes:
Directriz. La directriz se enuncia de la manera más clara posible.
Estructura. Se trata de la estructura recomendada para respaldar la aplicación de la directriz. En ella se indican las principales divisiones implicadas en la aplicación de la directriz. También se puede sugerir que las divisiones principales participen en la adopción de decisiones, así como en la gestión de los planes estratégicos y en los planes de gestión de riesgos y de cambios.
Mecanismos. Una directriz puede aplicarse de diferentes maneras. Los mecanismos que se recomiendan promueven medidas y controles para garantizar la correcta aplicación de la directriz, lo que incluye su ejecución oportuna, el seguimiento periódico, la evaluación y los ajustes necesarios, y la valoración de los resultados obtenidos.