La institución realiza un intercambio de datos sistemático y estructurado con instituciones de seguridad social extranjeras para mejorar la efectividad del sistema de recaudación y cobranza de cotizaciones. El aumento de la movilidad de los trabajadores y la creciente circulación de capitales en todo el mundo ponen de relieve la importancia de la colaboración internacional.
Las diferencias internacionales en los niveles de cobertura de la seguridad social, la cuantía de las prestaciones y las tasas de cotización crean importantes incentivos para la evasión y el fraude. Para enfrentar estos riesgos, cada vez es más necesaria una cooperación transfronteriza entre instituciones de seguridad social.
El intercambio de datos entre instituciones de seguridad social de distintos países debe integrarse en los proyectos de desarrollo de los sistemas de información (por ejemplo, el EESSI en la Unión Europea). Si lo desean, las instituciones de seguridad social pueden expandir este marco y crear una iniciativa más completa de acceso a los datos disponibles, basada en la buena voluntad y en la reciprocidad.
Sin embargo, el intercambio de datos debe supervisarse para proteger la privacidad y equilibrarse con un derecho de acceso a los datos y a su modificación bajo la supervisión de una autoridad independiente.
En el ámbito de la evasión y el fraude, la institución responde a las solicitudes de información para facilitar las investigaciones y la verificación de los datos por correlación. Estos aspectos se prevén en el plan técnico que figura en las Directrices de la AISS sobre las Tecnologías de la Información y de la Comunicación.