Toda la información comunicada está clasificada y es exacta, clara, verificable, pertinente, oportuna y actualizada. Se protege la información personal y sólo se usa con el propósito para el que se la recopiló.
Las instituciones de seguridad social son los custodios de una enorme cantidad de información personal que debe protegerse rigurosamente.
La integridad del proceso de comunicación es importante y consiste en obtener las autorizaciones adecuadas para publicar las comunicaciones del gobierno dentro de los plazos (por ejemplo, los anuncios presupuestarios).
Para que sea pertinente y responsable desde el punto de vista ético, la información comunicada debe tener en cuenta los factores culturales, históricos, psicológicos, sociales y físicos pertinentes. Según el contexto, cierta información puede no tener ningún sentido o, por el contrario, resultar muy útil. Una de las tareas principales del trabajo diario de los profesionales de la comunicación es analizar el contexto que se da en cada momento.