El incumplimiento por parte del cotizante (especialmente la evasión deliberada) y los límites de las medidas preventivas de gestión del cumplimiento, ponen de manifiesto que los casos de infracción de la ley son inevitables.

Así pues, las instituciones deben establecer mecanismos efectivos para prevenir y controlar el fraude en la recaudación y cobranza de cotizaciones de seguridad social. Estos mecanismos tienen que revisarse con regularidad para actualizar enfoques de detección de fraude que hagan frente a nuevos tipos de fraude.

Estos procesos desempeñan un papel fundamental en la promoción del cumplimiento del cotizante y en la obtención de los pagos necesarios para garantizar la sostenibilidad del sistema. A diferencia de la gestión de la deuda, el control del fraude aborda de los casos que el sistema administrativo común no ha identificado e incluye un dispositivo crucial para la detección de los mismos.

Además, deberán tenerse en cuenta los errores involuntarios y otros posibles fallos involuntarios para resolverlos adecuadamente.

A estos efectos, son particularmente pertinentes las Directrices de la AISS para la Buena Gobernanza, Directriz 53, Prevención y control de la error, la evasión y el fraude en las cotizaciones y los beneficios.