Esta buena práctica comienza en el año 2014 y tiene su fundamento en la búsqueda de soluciones administrativas entre prestadores de salud de Uruguay con el objetivo de asegurar atención y cobertura a una población vulnerable, denominada de difícil cobertura o difícil acceso, ya fuera por su residencia en zonas más alejadas de capitales, en especial zonas suburbanas y rurales. También porque, en muchos casos, se trata de usuarios que se encuentran amparados por el sistema de salud universal pero que pertenecen al sector informal; por lo que su acercamiento a la atención médica puede incentivar también su formalización en el sistema de seguridad social.
En este sentido, el Círculo Católico de Obreros del Uruguay Mutualista ha aplicado desde entonces, un convenio de complementación de servicios con el prestador público denominado Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) para la atención de usuarios de una zona conocida como el Santoral, que se encuentra a aproximadamente 70 kilómetros de la capital y su población mayoritaria es suburbana y rural. El trabajo conjunto complementado facilita el acceso a más población, mejorando la calidad de atención.