Continuidad y Resiliencia de los Sistemas y Servicios de Seguridad Social
La resiliencia institucional y la necesidad de mantener la continuidad en la operación son conceptos ampliamente reconocidos en la seguridad social como principales características indispensables para poder proveer servicios a la población en caso de desastres naturales o eventos catastróficos imprevistos. Esto se ha manifestado a lo largo de los años en diferentes esfuerzos para robustecer procesos, infraestructura y en general los recursos que las instituciones tienen para poder hacer frente a las diferentes crisis.
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Gestión de los Recursos Humanos en la Administración de la Seguridad Social
Si bien las administraciones de la seguridad social han aplicado gradualmente estrategias digitales a lo largo de los últimos decenios, la crisis de la COVID-19 ha acelerado su proceso de transformación digital. La resiliencia y la escalabilidad de los sistemas digitales para dar respuesta a las necesidades sin precedentes pese a las limitaciones operativas ha tenido un efecto decisivo en la “digitalización por defecto” de las organizaciones. Este artículo se basa en las experiencias de las instituciones de seguridad social de Europa.
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Continuidad y Resiliencia de los Sistemas y Servicios de Seguridad Social
Durante la pandemia de COVID-19, el aumento sin precedentes de la demanda de servicios de seguridad social desbordó los canales de prestación de servicios de las instituciones, tanto presenciales como en línea. El presente artículo aborda la importancia de la gestión de la continuidad de las operaciones en vista de la pandemia, y se basa en las buenas prácticas de las instituciones de seguridad social en Asia y el Pacífico.
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Soluciones Administrativas para la Extensión de la Cobertura
La función de recaudación y cobranza de cotizaciones resulta fundamental para los sistemas de seguridad social debido a su impacto en la sostenibilidad de los mismos, así como en los niveles de cobertura de los trabajadores. Así lo expresan las Directrices de la AISS sobre la Recaudación y Cobranza de Cotizaciones (AISS, 2019): “Es necesario el pago oportuno e íntegro de las cotizaciones por o en nombre de los asegurados a fin de que estos perciban las prestaciones a las que tiene derecho por ley”.
Las prestaciones de enfermedad son un componente fundamental de la protección social de la salud. Promueven el derecho humano a la salud y la seguridad social, y previenen el empobrecimiento debido a la pérdida de ingresos durante la enfermedad. La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de las prestaciones de enfermedad para frenar la propagación de la enfermedad y garantizar la protección de los ingresos de las personas que la contraen. Al mismo tiempo, la pandemia ha sacado a la luz las deficiencias en la cobertura, así como algunas cuestiones fundamentales que hay que abordar para que las prestaciones de enfermedad cumplan su objetivo.
En la región de Asia y el Pacífico vive más del 60 por ciento de la población mundial. La pandemia destruyó millones de empleos y medios de vida. Sus efectos, y las medidas adoptadas por los gobiernos para combatirlos, han sido muy diferentes en los distintos países de la región. Si bien antes de la pandemia, 640 millones de personas vivían en una situación de pobreza multidimensional en la región, es posible que la pandemia haya duplicado esta cifra (CESPAP), BAsD y PNUD, 2021). Al igual que en otras regiones, la COVID-19 pone en peligro años de progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), revirtiendo los avances conseguidos en la reducción de la pobreza (OIT, 2021a, p. 19).
La crisis de la COVID-19 obligó a los países de las Américas a adoptar medidas sin precedentes para proteger a la población, especialmente relativas a la Salud Pública y a la seguridad Social. En particular, frente a la imposibilidad de realizar sus actividades productivas debido de las medidas de confinamiento, los países desarrollaron un amplio conjunto de políticas destinadas a proteger a la población de la pérdida de ingresos debido a la reducción de las actividades económicas. Las medidas han sido variadas, e incluyen principalmente la protección del empleo, la activación de prestaciones de desempleo y la creación de programas sociales para proteger a las poblaciones más alcanzadas por la crisis, tales como los trabajadores independientes e informales.
El acceso efectivo a una protección social adecuada desempeña un papel fundamental en la promoción del desarrollo sostenible, la cohesión social y la resiliencia socioeconómica. Partiendo de esta constatación, a lo largo de los últimos decenios, los gobiernos africanos han reiterado su compromiso con la ampliación del alcance y la extensión de la cobertura de seguridad social a la gran mayoría de la población del continente. Sin embargo, las tasas de cobertura efectivas siguen siendo generalmente bajas y varían de un país a otro, y entre las distintas ramas de la seguridad social, debido al bajo porcentaje de la fuerza de trabajo que forma parte de la economía formal (OIT, 2017).
Saber interpretar los datos es un gran desafío para todas las organizaciones. En un entorno cada vez más dinámico en que se deben tomar decisiones oportunas y acertadas, el análisis de datos se ha convertido en una herramienta cada vez más importante. En particular, en el contexto de la COVID-19, el uso de tecnologías analíticas ha permitido a las instituciones mejorar la evaluación del impacto sanitario y social de la pandemia, así como los procesos de toma de decisiones.
La cobertura sanitaria universal representa una de las prioridades mundiales en materia de salud, y el acceso a los servicios de atención de salud es uno de los componentes más importantes de la seguridad social. La pandemia de COVID 19 ha puesto de manifiesto una vez más la necesidad de un acceso universal a una atención asequible. Los sistemas de prestación de servicios de salud y sus métodos de financiación tienen importantes repercusiones en las personas que acceden a la cobertura sanitaria y se benefician de ella. Si bien los sistemas nacionales de seguro de enfermedad permiten ofrecer un acceso completo y equitativo a los servicios de atención de salud, en muchos países su implantación conlleva varios retos.