Los regímenes de protección contra el desempleo no están suficientemente desarrollados en la región de Asia y el Pacífico, ni en cualquier otra parte del mundo. Ahora bien, se están produciendo avances para extender y mejorar la cobertura, y la pandemia de COVID-19 ha acelerado algunos de ellos. En el presente artículo se presentan tendencias generales y buenas prácticas concretas de las instituciones miembros de la región.
El objetivo de la protección contra el desempleo es garantizar la seguridad de los ingresos en caso de pérdida del empleo y promover el trabajo decente (OIT, 2021a). Esa protección se materializa en el seguro de desempleo o la asistencia en caso de desempleo y suele estar vinculada a políticas activas del mercado de trabajo, es decir, distintos tipos de medidas de promoción del empleo, como servicios de orientación profesional para encontrar trabajo, apoyo para la elaboración de un curriculum vitae (CV) y la preparación de entrevistas de trabajo, recomendaciones e información sobre vacantes o asistencia para la readaptación profesional y el perfeccionamiento de las competencias (Bedard, Carter y Tsuruga, 2020). Entre las normas internacionales del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacan tres instrumentos principales para el diseño de la protección contra el desempleo. En el Convenio sobre la seguridad social (norma mínima), 1952 (núm. 102), se definen las normas mínimas para las prestaciones por desempleo, mientras que en el Convenio sobre el fomento del empleo y la protección contra el desempleo, 1988 (núm. 168), y en la Recomendación sobre el fomento del empleo y la protección contra el desempleo, 1988 (núm. 176), se establecen normas más rigurosas y directrices de aplicación detalladas.
La protección contra el desempleo sigue siendo la rama menos extendida de la seguridad social en todo el mundo (OIT, 2021a). En 2020, la cobertura legal en Asia y el Pacífico se limitaba al 36,6 por ciento, frente al 64,2 por ciento en América, el 82 por ciento en Europa y Asia Central y el 11,6 por ciento en África. La cobertura efectiva era incluso menor, pues solo el 14 por ciento de las personas desempleadas de Asia y el Pacífico recibía prestaciones monetarias, en comparación con el 16,4 por ciento en las Américas, el 51,3 por ciento en Europa y Asia Central y el 5,3 por ciento en África (OIT, 2021a). La estructura del mercado de trabajo en los países de ingreso bajo y mediano de Asia y el Pacífico representa un desafío formidable para la extensión de la protección contra el desempleo. Los altos niveles de informalidad y subempleo, la prevalencia del empleo de corta duración, estacional, a tiempo parcial y con múltiples empleadores y del trabajo por cuenta propia, especialmente entre las mujeres, dificultan la protección efectiva y sostenible contra el desempleo (Bista y Carter, 2017). Por lo tanto, es de agradecer que el interés por esta cuestión haya aumentado en los últimos tiempos en la región. En efecto, a partir de 2005 se pusieron en marcha 10 de los 18 regímenes en vigor (cuadro 1). Estos avances se deben a las crisis económicas regionales y mundiales, aunque se concentran principalmente en Asia Sudoriental y Asia Occidental, donde predomina el seguro social, excepto en Australia y Nueva Zelandia (asistencia social) y Jordania (seguro social o cuenta individual) (AISS, 2022). El interés ha crecido en las demás subregiones a causa de la pandemia de COVID‑19.
País | Año de Introducción | Tipo de régimen |
---|---|---|
Nueva Zealandia | 1930 | Asistencia social |
Australia | 1944 | Asistencia social |
Japón | 1947 | Seguro social |
China | 1986 | Seguro social |
Irán | 1987 | Seguro social |
Tailandia | 1990 | Seguro social |
Rep. de Corea | 1993 | Seguro social |
Mongolia | 1994 | Seguro social |
India | 2005 | Seguro social |
Bahrain | 2006 | Seguro social |
Viet Nam | 2006 | Seguro social |
Jordania | 2010 | Seguro social / Cuenta individual |
Myanmar | 2012 | Seguro social |
Kuwait | 2013 | Seguro social |
Lao | 2013 | Seguro social |
Arabia Saudita | 2014 | Seguro social |
Malasia | 2017 | Seguro social |
Indonesia | 2021 | Seguro social |
Fuente: AISS, 2022. |
Experiencias en materia de protección contra el desempleo en Asia y el Pacífico
A medida que evolucionan los sistemas de seguridad social y la capacidad de aplicación, aumenta el número de instituciones de seguridad social que ponen en marcha regímenes de protección contra el desempleo (OIT, 2021a y Bedard, Carter y Tsuruga, 2020). La pérdida de puestos de trabajo y la desaceleración económica provocada por la COVID‑19 han incrementado la vulnerabilidad relacionada con el desempleo ─en particular, la de los trabajadores de la economía informal─ a la que se enfrentan muchos países de ingreso bajo y mediano de la región. Ello ha dado lugar a discusiones tripartitas para evaluar la viabilidad de establecer regímenes de seguro de desempleo en países como Bangladesh e Indonesia (OIT, 2021a). La AISS ha pedido a las instituciones miembros que propongan soluciones para hacer frente a este desafío complejo y compartan sus buenas prácticas mediante webinarios, el Foro Virtual de la Seguridad Social para Asia y el Pacífico 2022 y otras actividades. El objetivo del presente artículo es fomentar la reflexión en torno a este tema en la región al resumir las experiencias recientes de las instituciones miembros, los desafíos a los que se han enfrentado y las lecciones que han extraído de ello.
Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social (Ministry of Human Resources and Social Security – MoHRSS), China
El Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China puso en marcha varias iniciativas para reducir los efectos de la crisis de la COVID‑19 en las empresas, mantener los niveles de empleo y proteger los medios de subsistencia. La estrategia se basaba en una serie de elementos (MoHRSS, 2021; AISS, 2020). En primer lugar, las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (mipymes), que generan alrededor del 90 por ciento del empleo total, podían recibir el reembolso de parte de las cotizaciones al seguro de desempleo si limitaban los despidos a niveles predefinidos en función del tamaño de la firma, el historial de cotización y la duración del servicio. En segundo lugar, los empleadores de este tipo de empresas pudieron acogerse a la exoneración, reducción y aplazamiento de las cotizaciones en distintas fases de la pandemia a lo largo de dos años.
Además de los cambios en los regímenes vigentes, se extendió considerablemente la cobertura del seguro de desempleo. Se ampliaron las prestaciones por desempleo hasta diciembre de 2020 para las personas que siguieran desempleadas tras el vencimiento del periodo de prestaciones. Asimismo, se relajaron temporalmente las distinciones entre los trabajadores migrantes y los autóctonos, puesto que a los trabajadores domésticos migrantes se les concedieron prestaciones de subsistencia temporales en función del nivel de la asignación de subsistencia de las ciudades en las que pagaron las cotizaciones.
Organización Nacional de Seguridad Social para el Empleo (National Social Security Administering Body for Employment – BPJS Ketenagakerjaan), Indonesia
En 2021, Indonesia implantó el primer programa de prestaciones por desempleo del país. El programa solo da cobertura a los trabajadores que ya están registrados en dos regímenes de seguridad social públicos, a saber, el Régimen de Salud de la Seguridad Social (Social Security for Health) de la Organización de Seguridad Social para la Salud (Social Security Administering Body for the Health Sector – BPJS Kesehatan) y el Régimen de Seguridad Social de los Trabajadores (Workers Social Security) del BPJS Ketenagakerjaan. Esta institución gestiona el pago de las prestaciones monetarias, mientras que el Ministerio de Trabajo (Ministry of Manpower) se encarga de la formación y el acceso a la información sobre el mercado de trabajo (ILO, 2021b).
Además de orientación profesional y formación en línea y presencial, los trabajadores que cumplan los requisitos pueden recibir, durante un plazo máximo de seis meses, prestaciones monetarias que representan el 45 por ciento del salario mensual durante los tres primeros meses y el 25 por ciento durante los siguientes tres meses. Los empleadores que no registren a sus empleados deberán abonar indemnizaciones monetarias de cuantía fija, además de brindar formación laboral a los empleados.
El régimen se financia mediante una tasa de cotización total del 0,46 por ciento de los salarios mensuales: el Gobierno aporta el 0,22 por ciento y el empleador, el 0,24 restante. Cabe señalar que la cotización patronal al seguro de desempleo procede de los componentes relativos al seguro de vida y a las indemnizaciones por los accidentes de trabajo del régimen de pensiones, por lo que no conlleva ninguna carga adicional para los empleadores (Medina, 2021). En 2022, se espera que el número de beneficiarios del programa de prestaciones por desempleo llegue a 629 000 personas (Cabinet Secretariat, 2022).
Institución de Seguridad Social (Social Security Corporation – SSC), Jordania
El Gobierno de Jordania puso en marcha el programa de sostenibilidad “Istidama” con una asignación presupuestaria de 200 millones de dinares jordanos (JOD) para proteger a los trabajadores durante la pandemia (SSC, 2021). La Institución de Seguridad Social (Social Security Corporation – SSC) se basó en las Directrices de la AISS sobre la Recaudación y Cobranza de Cotizaciones (AISS, 2019a) y las Directrices de la AISS sobre la Calidad de los Servicios (AISS, 2019b) para definir medidas oportunas y eficaces ante el aumento sin precedentes del desempleo. El programa estaba dirigido a los trabajadores de dos tipos de empresas y se aplicó de diciembre de 2020 a diciembre de 2021. En primer lugar, los trabajadores de aquellas entidades sin autorización para trabajar debido a las restricciones impuestas a causa de la pandemia recibían el 50 por ciento de su salario neto. El programa también asumía las cotizaciones de los trabajadores a todos los seguros pertinentes hasta un máximo. En segundo lugar, los trabajadores de los sectores y las empresas más afectados por la pandemia recibieron el 75 por ciento de su salario neto, financiado conjuntamente por el Gobierno y el empleador. La SSC también brindó apoyo a los empleadores para gestionar los problemas de liquidez asociados a la pandemia al reducir la tasa de cotización total a la seguridad social del 21,75 por ciento al 5,25 por ciento desde marzo hasta mayo de 2020. Además, se les ofreció la oportunidad de aplazar el pago de las cotizaciones correspondientes a esos meses para abonarlas en una fecha posterior.
Organización de la Seguridad Social (Social Security Organization – SOCSO), Malasia
En Malasia, desde 2019 se garantiza la protección del empleo para todos los trabajadores de las empresas privadas —sea cual sea su tamaño— en virtud de la Ley del Sistema de Seguro de Desempleo (Employment Insurance System – EIS) de 2017. Por medio de la Organización de la Seguridad Social (Social Security Organization – SOCSO), el EIS ofrece cinco tipos de prestaciones, a saber, el subsidio para los demandantes de empleo (Job Search Allowance), el subsidio por reinserción laboral temprana (Early Re-Employment Allowance), el subsidio por reducción de ingresos (Reduced Income Allowance), el subsidio para formación (Training Allowance) y la financiación de formación (Training Fee). Tanto los trabajadores como los empleadores están obligados a contribuir al EIS con el 0,2 por ciento de sus salarios. Todos los empleados que hayan cotizado durante un mínimo de 12 meses en un plazo de 24 meses cumplen los requisitos para acogerse al EIS en caso de desempleo (SOCSO, 2020). En mayo de 2022, estaban cubiertos 6,4 millones de trabajadores. En el ejercicio financiero 2021/2022, la cuantía de las prestaciones, de las que se beneficiaron 77 603 trabajadores, ascendió a 449 millones de ringits malayos (MYR). Además, hasta la fecha la SOCSO ha ayudado a 384 000 demandantes de empleo a regresar al trabajo mediante los servicios de empleo (SOCSO, 2021).
La implantación del EIS ha aumentado considerablemente el catálogo de servicios que ofrece la SOCSO. En 2020, esta recibió el mandato de ejercer como proveedora nacional de servicios de empleo, lo que comportó un aumento en la demanda de sus servicios de intermediación laboral. Ante la ampliación de sus funciones, tuvo que crear mecanismos para establecer colaboraciones eficaces con organismos privados y públicos, que prestaban servicios de empleo de manera fragmentada. Para hacer frente a este desafío, la SOCSO creó una plataforma digital única. El portal MYFutureJobs es una ventanilla única que integra los servicios de empleo destinados a toda la población. Contiene información sobre los demandantes de empleo, que se benefician de ofertas de trabajo personalizadas, de programas activos del mercado de trabajo a cargo de todos los ministerios y de asesores de orientación profesional, que prestan apoyo individualizado. Asimismo, proporciona información sobre el mercado de trabajo en tiempo real para mejorar la formulación de políticas.
El EIS y el portal MYFutureJobs fueron esenciales durante la pandemia, ya que se produjo un aumento del 167 por ciento en el registro de los demandantes de empleo. La SOCSO concibió varios programas que se ofrecieron por medio del portal MYFutureJobs y contaron con una asignación presupuestaria total de más de 27 000 millones de MYR, que corresponden al 2,45 por ciento del producto interior bruto (PIB).
Organización General del Seguro Social (General Organization for Social Insurance – GOSI), Arabia Saudita
La Arabia Saudita promulgó la Ley del Seguro de Desempleo (SANED) en 2014 para ofrecer ayuda financiera durante un periodo de transición a los trabajadores del sector privado desempleados (GOSI, 2018). En la actualidad, todos los empleados y empleadores deben aportar un 0,75 por ciento de su salario al fondo del SANED (Saudi Gazette, 2022). Las prestaciones se estructuran siguiendo un modelo escalonado para incentivar una transición más rápida hacia la reinserción laboral: el seguro de desempleo se abona a razón del 60 por ciento del salario medio mensual durante los tres primeros meses y del 50 por ciento de este promedio durante los meses siguientes, hasta un máximo de 12 meses. Además, la Organización General del Seguro Social (General Organization for Social Insurance – GOSI), administradora del SANED, colabora estrechamente con el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Social (Ministry of Labour and Social Development – MLSD) y el Fondo de Desarrollo para los Recursos Humanos (Human Resources Development Fund – HRDF) para ofrecer asistencia en materia de formación y desarrollo profesional a los desempleados. El aspecto innovador crucial que distingue al SANED es que el intercambio de datos constante entre las instituciones correspondientes permite comprobar de manera automática el cumplimiento de los requisitos.
El SANED fue indispensable para atenuar la repercusión de la crisis de la COVID 19, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas. El programa se modificó temporalmente para proporcionar ayuda salarial durante tres meses a las empresas con menos de 5 trabajadores y cobertura al 70 por ciento para las empresas más grandes (Fusco, 2020). En el contexto del programa del SANED, se invirtieron 6 200 millones de riales sauditas (SAR) para apoyar a 478 077 trabajadores de 84 377 entidades (GOSI, 2021). El principal objetivo era mantener la tasa de desempleo en el 12 por ciento y reducir al mínimo el fraude. El esfuerzo realizado para ampliar el programa fue considerable. La GOSI rediseñó los procesos y los flujos de trabajo del programa, creó nuevos canales de comunicación y desarrolló nuevos modelos de detección del fraude. Aumentó en un 700 por ciento el número de empleados encargados de prestar servicios de atención al afiliado y se enviaron más de 2 millones de mensajes de texto a los afiliados.
Ministerio de Empleo y Trabajo (Ministry of Employment and Labor – MoEL) y Oficina Nacional de Pensiones (National Pension Service – NPS), República de Corea
Para proteger a los trabajadores desempleados, la República de Corea cuenta principalmente con el régimen del seguro de empleo, vigente desde 1995 en virtud de la Ley del Seguro de Empleo de 1993. El Ministerio de Empleo y Trabajo (Ministry of Employment and Labor – MoEL) se encarga de la supervisión global, el pago de las prestaciones y la administración del programa. El Servicio de Compensación y Bienestar de los Trabajadores de Corea (Korea Workers’ Compensation and Welfare Service – COMWEL) fija las tasas de cotización y el Servicio Nacional del Seguro de Enfermedad (National Health Insurance Service – NHIS) cobra las cotizaciones. Si bien en un principio el régimen cubría únicamente a los empleados del sector formal, durante la pandemia se amplió gradualmente para extender la protección contra el desempleo a todos los trabajadores, especialmente a los trabajadores autónomos económicamente dependientes, que son trabajadores por cuenta propia (Ministerio de Empleo y Trabajo, 2021) cuyo trabajo depende de otra unidad económica. En diciembre de 2020 y julio de 2021 se aprobaron unas reformas legislativas para ampliar el alcance del seguro de desempleo a fin de dar cobertura a los artistas y a una serie de categorías de contratistas dependientes (véase OIT, 2021c para obtener más detalles acerca del régimen del seguro de empleo). En 2020, 14,1 millones de personas estaban aseguradas y cerca de 1,8 millones recibían prestaciones de desempleo (Statistics Korea).
Si bien el programa de seguro de empleo básico da cobertura a la población en edad de trabajar, la República de Corea debe hacer frente al desafío de financiar adecuadamente las pensiones en un contexto de envejecimiento de la población y descenso de las tasas de natalidad. Para reducir la presión sobre los fondos de pensiones, es importante crear empleo para los trabajadores mayores. En ese país, los quincuagenarios y sexagenarios, que representan el 14,6 por ciento de la población total, reciben el nombre de “la nueva mediana edad” (NPS, 2021). En julio de 2017, la Oficina Nacional de Pensiones (National Pension Service – NPS) constituyó un nuevo equipo de trabajo para el proyecto de la nueva mediana edad para ofrecer formación y consulta personalizadas con el fin de ayudar a este grupo de población a encontrar empleo. En 2018, la NPS estableció un sistema para poner en contacto a las personas de la nueva mediana edad con los empleadores del sector público y privado mediante técnicas de Big Data. La NPS creó un equipo específico para promover la colaboración y desarrollar proyectos encaminados al empleo de este grupo de población. Desde que se aplica esta política de empleo para la nueva mediana edad, la NPS ha facilitado que 1 181 personas se beneficien de oportunidades de empleo mediante 51 programas. En 2021, se asignó a 20 empleados de siete oficinas regionales la tarea de crear redes con las administraciones locales e iniciar activamente proyectos conjuntos para determinar y vincular los recursos sociales regionales relacionados con la nueva mediana edad.
Resultados
En el cuadro 2 se resumen los resultados que han obtenido estas instituciones mediante sus programas de protección contra el desempleo.
Institución | Resultados obtenidos |
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MoHSS, China |
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SSC, Jordania |
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SOCSO, Malasia |
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GOSI, Arabia Saudita |
Antes de la pandemia
Ampliación durante la pandemia
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MoEL, COMWEL y NPS, República de Corea |
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Principales factores de éxito
La coordinación de los regímenes de seguro de desempleo con las políticas activas del mercado de trabajo es esencial para maximizar su eficiencia, pues actúan de forma complementaria para proteger a los segmentos vulnerables de la población que corren el riesgo de caer en la pobreza y la informalidad o que ya están en esta situación. En la Arabia Saudita, la GOSI colabora estrechamente con otros organismos públicos para complementar la ayuda financiera con el apoyo psicológico y la formación a fin de agilizar la reinserción laboral. La divulgación de información, la formación y la adecuación entre la oferta y la demanda de empleo son aspectos clave para el EIS de Malasia.
La prestación de asistencia integral por desempleo requiere una gran capacidad. A menudo existen deficiencias en la capacidad financiera, técnica y administrativa necesaria para ofrecer información sobre el mercado de trabajo y prestar servicios de colocación de manera eficiente, especialmente en países de ingreso bajo y mediano. En la República de Corea, el Gobierno ha introducido el concepto de empleo universal. El Ministerio de Empleo y Trabajo, además de ofrecer prestaciones de desempleo por medio de las 133 oficinas de empleo (Employment Welfare Plus Centres), trazó una hoja de ruta en diciembre de 2020 para extender de forma gradual la cobertura del seguro hasta alcanzar a todos los trabajadores en 2025. Asimismo, puso en marcha un programa de asistencia para el empleo para “todos los demandantes de empleo” en enero de 2021 (OIT, 2021c).
La preparación institucional y la flexibilidad administrativa son cruciales para extender el seguro de desempleo durante las crisis. En China, la plataforma unificada de servicios en línea del seguro social que se puso en marcha en 2019 permitió agilizar la respuesta de la seguridad social. Al aumentar los servicios electrónicos mediante la plataforma, los servicios presenciales se redujeron considerablemente. Se simplificaron los procesos de solicitud y se minimizaron los requisitos para acelerarlas. Por ejemplo, en 297 ciudades se aceptó la presentación de solicitudes en línea de las prestaciones por desempleo, lo cual sustituyó temporalmente a las prácticas obligatorias habituales para el registro de personas desempleadas en los organismos de servicios públicos y la presentación de las pruebas de la búsqueda activa de empleo.
La integración administrativa es esencial para prestar asistencia integral al empleo de forma eficiente. En particular, en los países en desarrollo las políticas activas del mercado de trabajo suelen verse afectadas por la fragmentación institucional y programática, lo cual se refleja en la duplicación de servicios y la ineficiencia (Bird y Silva, 2020). La notable cobertura efectiva alcanzada por Malasia puede atribuirse al portal MYFutureJobs, que establece alianzas con interlocutores públicos y privados para ofrecer servicios de empleo integrados y centrados en el ciudadano.
El análisis avanzado de los datos puede mejorar la calidad de la asistencia para el empleo. En Malasia, se han utilizado los datos obtenidos a través del portal MYFutureJobs para crear nuevas intervenciones. Por ejemplo, se analiza sistemáticamente el comportamiento de los usuarios en el portal para diseñar intervenciones activas en el mercado de trabajo a corto o largo plazo. Asimismo, la NPS de la República de Corea utiliza algoritmos para poner en contacto a los trabajadores de la nueva mediana edad con las empresas en función de los requisitos de los puestos y, en consecuencia, mejora la tasa de adecuación entre la oferta y la demanda de empleo.
El control del fraude sigue siendo motivo de preocupación para el seguro de desempleo, sobre todo durante las crisis, cuando aumentan las solicitudes, por lo que las comprobaciones automáticas son fundamentales. Por ejemplo, la GOSI intercambia los datos de forma automática con varias instituciones para comprobar de manera fiable las solicitudes de prestaciones por desempleo. En Malasia, la SOCSO también depende de la integración con otras instituciones pertinentes, como la agencia tributaria o los bancos, para atenuar los riesgos de fraude. Para evitar la duplicación de solicitudes y hacer un seguimiento de la situación de desempleo real, resulta muy útil el documento nacional de identidad.
Si bien numerosas instituciones han extendido el seguro de desempleo para hacer frente a la pandemia, queda por resolver la cuestión de la sostenibilidad financiera. En Jordania, el Gobierno prestó un apoyo adicional considerable, complementado con el excedente de los fondos de seguro de la SSC. En China, el saldo acumulado del fondo del seguro de desempleo en algunas regiones se ha reducido de forma desproporcionada, lo que afectará a su capacidad para financiar crisis causadas por el desempleo en el futuro. Las intervenciones en materia de políticas para la recuperación financiera y la prevención del déficit futuro son todavía incipientes.
Conclusión
Cerca de la mitad de los trabajadores de la región, a saber, más de 900 millones de personas, se ven afectados por el empleo vulnerable, desde el 31 por ciento en Asia Oriental hasta el 72 por ciento en Asia Meridional (AISS, 2018). No obstante, la región de Asia y el Pacífico representa menos del 20 por ciento de los regímenes de protección contra el desempleo del mundo (AISS, 2022). En muchos programas, no se ofrecen prestaciones a los nuevos demandantes de empleo y se excluyen las formas de empleo atípico. Las dificultades económicas suelen influir más en las tasas de empleo de los trabajadores jóvenes en comparación con las de los mayores, por lo que la AISS considera que la protección de los trabajadores jóvenes es una de las diez prioridades de la seguridad social en la región (AISS, 2018).
Resulta alentador que esté creciendo el número de países de la región que se preparan para poner en marcha regímenes de seguro de desempleo. Por ejemplo, a principios de junio de 2021 la Cámara de Representantes de Filipinas aprobó una ley para la extensión del seguro de desempleo que está pendiente de aprobación en el Senado (Cator, 2021).
Con la finalidad de ayudar a las instituciones miembros a responder ante los nuevos desafíos y adaptarse constantemente a los cambios y transformaciones en el mercado de trabajo, la AISS publicó en 2016 las Directrices sobre la Promoción del Empleo Sostenible (AISS, 2016). En el próximo Foro Mundial de la Seguridad Social, que se celebrará en Marruecos en octubre de 2022, se presentará una versión actualizada de estas directrices, cuya finalidad es apoyar a las instituciones miembros a tomar decisiones estratégicas fundamentadas para el diseño y el suministro de regímenes y servicios destinados a ayudar a las personas a acceder al empleo y a permanecer empleadas, mejorar su empleabilidad mediante un acceso a un aprendizaje constante durante toda la vida y facilitar el regreso al trabajo.
Las experiencias recientes de las instituciones miembros de la AISS que se describen en el presente artículo son ejemplos concretos sobre la aplicación de las Directrices de la AISS sobre la Promoción del Empleo Sostenible. Aportan ideas sobre cómo promover un empleo de calidad y la protección contra el desempleo a pesar de los desafíos estructurales a los que se enfrenta la región.
Referencias
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AISS. 2020. Respuestas de la seguridad social al COVID-19: el caso de China (Análisis). Ginebra, Asociación Internacional de la Seguridad Social.
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