Una respuesta esencial de la seguridad social a la crisis: los regímenes de trabajo de jornada reducida y de desempleo parcial

Una respuesta esencial de la seguridad social a la crisis: los regímenes de trabajo de jornada reducida y de desempleo parcial

Habida cuenta de la importante reducción de la actividad económica y de la interrupción de las cadenas de suministro en el contexto de la crisis del coronavirus, varios gobiernos han adoptado medidas urgentes para introducir o ampliar considerablemente los regímenes de desempleo parcial y de trabajo de jornada reducida.

Teniendo en cuenta el papel decisivo que dichos regímenes desempeñaron durante la crisis económica y financiera de 2008, estas medidas de seguridad social se consideran una de las respuestas más eficaces para reducir tanto el nivel de desaceleración económica como sus repercusiones sociales y en el mercado de trabajo.

Los objetivos principales de estos regímenes, que permiten a los empleadores reducir de manera flexible los horarios de trabajo y en los que la pérdida de ingresos se compensa con un seguro de desempleo, son los siguientes:

  • ayudar a las empresas a adaptar los horarios de trabajo y los costos de personal a las fluctuaciones repentinas de la actividad económica y de la demanda;
  • mantener las relaciones de empleo existentes y evitar las grandes pérdidas de empleo;
  • proteger los ingresos de los trabajadores y, de esta manera, reducir la pobreza y mantener el poder adquisitivo y el consumo;
  • evitar que las empresas pierdan trabajadores calificados y con experiencia, y favorecer el rápido regreso a una mayor actividad cuando aumente la demanda;
  • promover la solidaridad, al repartir los costos de la crisis entre los distintos sectores.

Debido a la brusca reducción actual de la actividad económica, los gobiernos han adoptado medidas de emergencia para ampliar los regímenes de desempleo parcial y de empleo de jornada reducida a una escala sin precedentes. Desde una perspectiva comparativa, estas medidas consisten en modificar uno o varios de los siguientes parámetros:

  • aumentar sustancialmente la dotación presupuestaria destinada al desempleo parcial y al empleo de jornada reducida;
  • flexibilizar los requisitos de elegibilidad; por ejemplo, reducir el número mínimo exigido de empleados con un contrato de jornada reducida en la empresa, rebajar la reducción mínima del horario de trabajo, o acortar o suspender los períodos de espera;
  • extender la elegibilidad a los trabajadores en régimen de subcontratación y a los trabajadores temporales;
  • incrementar los niveles de prestaciones;
  • decidir que el seguro de desempleo o el gobierno pague las cotizaciones de seguridad social de los trabajadores en situación de desempleo parcial o con empleos de jornada reducida;
  • favorecer que las instituciones de seguridad social promuevan activamente estos regímenes y flexibilicen los requisitos administrativos del proceso de solicitud.

Por ejemplo, en Alemania, país que disponía de uno de los regímenes de empleo a jornada reducida más evolucionados antes de la crisis del coronavirus, el número mínimo de empleados con un contrato de jornada reducida que debe tener una empresa para acceder al régimen ha disminuido del 33 por ciento al 10 por ciento. Además, las prestaciones de empleo de jornada reducida se han extendido a los trabajadores en régimen de subcontratación, y el seguro de desempleo paga total o parcialmente las cotizaciones de seguridad social de los trabajadores con empleos de jornada reducida.

En Francia, el Gobierno ha anunciado la ampliación masiva de las prestaciones de desempleo parcial, lo que supone un aumento de los niveles de prestaciones, que anteriormente se basaban en el salario mínimo.

En Suiza se ha anunciado que se facilitará el acceso al empleo de jornada reducida mediante la reducción del período de espera para recibir prestaciones. También se está estudiando la posibilidad de extender esta medida a los trabajadores en régimen de subcontratación y los trabajadores temporales. Los medios presupuestarios para financiar las prestaciones de los trabajadores con empleos de jornada reducida se han aumentado considerablemente en el marco de un conjunto de medidas de apoyo económico de emergencia.

Cabe destacar que las instituciones de seguridad social desempeñan un papel primordial en la aplicación de estas medidas de emergencia y, con frecuencia, son el primer punto de contacto para las empresas y los trabajadores afectados. Muchas instituciones que han reaccionado rápidamente, han aumentado su capacidad para responder a las solicitudes de prestaciones de empleo de jornada reducida y desempleo parcial, y han adoptado medidas proactivas de información y comunicación.

$La oficina de empleo de Bélgica, por ejemplo, comunica periódicamente información actualizada sobre los requisitos de elegibilidad y se ha comprometido a responder a las solicitudes de prestaciones de desempleo parcial en tres días.