Una atención de salud más ecológica: la seguridad social y la preservación del medio ambiente

Una atención de salud más ecológica: la seguridad social y la preservación del medio ambiente

En sintonía con el principio del juramento hipocrático basado en “lo primero es no hacer daño”, el sector de la atención de salud tiene por objetivo prevenir y tratar la enfermedad. Sin embargo, se da la paradoja de que los servicios de atención de salud pueden dañar la salud, ya que el sector genera considerables cantidades de desechos médicos y emisiones de carbono. La sostenibilidad ambiental es fundamental y requiere medidas colaborativas y estrategias adaptadas con la participación de las organizaciones de seguridad social y las partes interesadas del sector de la atención de salud.

Existe una relación clara entre la atención de salud, el cambio climático y los problemas ambientales. Las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos, junto con la contaminación del aire, contribuyen en gran medida al aumento de las enfermedades y la mortalidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en las importantes consecuencias que tiene el cambio climático para la salud y prevé que este provoque 250 000 muertes anuales adicionales entre 2030 y 2050. Aparte del cambio climático, la OMS atribuye casi una cuarta parte de las enfermedades crónicas de todo el mundo a factores ambientales, que afectan de manera desproporcionada a la población vulnerable y agravan la desigualdad. Los problemas ambientales afectan a la salud pública y los costos de los seguros de enfermedad a nivel mundial. La aceleración del cambio climático requiere una respuesta urgente para prevenir y adaptarse a los efectos del cambio climático en la salud, que son cada vez mayores.

Las actividades del sector de la atención de salud repercuten de manera significativa en el medio ambiente, lo que provoca problemas de salud y, en consecuencia, contradice irónicamente el objetivo principal de promover la salud. A continuación, figuran algunos factores externos negativos:

  • Las emisiones de gases de efecto invernadero: la atención de salud genera cerca del 5 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono (HCWH y ARUP, 2021; The Lancet Digital Health, 2023). Los establecimientos sanitarios emiten directamente gases de efecto invernadero por medio del consumo de energía y del transporte. A lo largo de toda la cadena de suministro se generan emisiones indirectas, desde la fabricación de productos a los viajes del personal y los pacientes.
  • Consumo de agua y energía: los sistemas de atención de salud consumen importantes cantidades de agua y energía, debido a la calefacción, la refrigeración, la iluminación y el uso de material. En particular, los grandes hospitales consumen altos niveles de energía, mientras que la fabricación de productos sanitarios puede requerir un consumo de agua considerable.  
  • Desechos médicos: se incluyen los materiales desechados de los establecimientos sanitarios, como agujas, jeringas, vendas y productos químicos usados. El importante volumen de desechos generados en todo el mundo y el uso extensivo de productos desechables complican la gestión de los desechos, una situación que se vio exacerbada por la pandemia de COVID-19 (OMS, 2022). 

Los sistemas de salud requieren, por lo tanto, un enfoque integral para hacer frente al cambio climático y a la protección del medio ambiente. Deben reducir las emisiones y los desechos, teniendo como objetivo la neutralidad en carbono, y la solución de las ineficiencias. La colaboración en ámbitos como la salud pública, las políticas ambientales, la movilidad y la planificación urbana es fundamental para reducir la huella de carbono, el consumo y los desechos. Al combinar la eficiencia energética, la gestión de desechos, la construcción de edificios ecológicos, el transporte, la educación y la promoción de políticas, los establecimientos sanitarios pueden reducir su impacto ambiental y perseguir a su vez el cumplimiento de los objetivos de salud pública y de sostenibilidad.

Los profesionales de la atención de salud y las instituciones de seguridad social dedicados a la salud pública pueden liderar la promoción de una atención de salud sostenible. Moldean las políticas, promueven un comportamiento ecológicamente responsable entre los pacientes y llevan a cabo campañas de concienciación ambiental. La creación de sistemas de atención de salud sostenibles requiere incentivos financieros, normas, la colaboración de las partes interesadas y el cambio hacia unas prácticas de atención de salud sostenibles.

Este artículo contribuye a la labor de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) sobre la relación entre la seguridad social y el cambio climático. Anteriormente, ya ha habido otras contribuciones, como un análisis del papel de la seguridad social en la respuesta al cambio climático (AISS, 2023a), basado en las medidas adoptadas por las instituciones miembros de la Asociación. La AISS también colaboró con la Asociación Actuarial Internacional (AAI) en un informe en el que se examina cómo afectan los riesgos climáticos a la seguridad social desde una perspectiva actuarial (AAI y AISS, 2024). Asimismo, el cambio climático y las preocupaciones ambientales han ocupado un lugar central en numerosos webinarios de la AISS.

Las organizaciones de seguridad social están estudiando enfoques y estrategias innovadores para garantizar una atención de salud sostenible. Mediante el intercambio de experiencias y buenas prácticas, pueden contribuir con eficacia a la lucha contra la crisis climática. En el presente artículo se exponen las principales preocupaciones planteadas por las organizaciones internacionales y los miembros de la AISS, junto con estrategias innovadoras para adoptar medidas de respuesta.

Adopción de políticas de sostenibilidad ambiental para los sistemas de atención de salud

Iniciativas de las organizaciones internacionales

La iniciativa de la OMS Alianza para la Acción Transformadora sobre Clima y Salud (ATACH) se creó para alcanzar los objetivos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) relacionados con la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas de salud. La Alianza, dirigida a lograr cambios a nivel mundial en cuestiones prioritarias por medio de la acción colectiva de los Estados Miembros de la OMS y las partes interesadas, pretende dar prioridad a las áreas en las que la acción es viable, supervisar los avances en los países, garantizar la calidad, determinar las necesidades financieras y facilitar el intercambio de conocimientos entre participantes (OMS, s.f.).

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2023, la Presidencia de la COP28, junto con la OMS, presentó la Declaración de los Emiratos Árabes Unidos sobre Clima y Salud de la COP28 (COP28, 2023) para dar prioridad a la salud en la acción climática y acelerar el establecimiento de sistemas de salud resilientes al clima, sostenibles y equitativos. Esta declaración, respaldada por 123 países, constituye un reconocimiento histórico por parte de los gobiernos de los crecientes efectos del cambio climático en la salud mundial. Líderes de todo el mundo se comprometieron a poner en marcha nuevas estrategias para la acción climática, dirigidas a transformar los sistemas de salud para hacerlos resilientes al clima, de bajo consumo de carbono, sostenibles y equitativos, al tiempo que se prepara a las comunidades y a las poblaciones vulnerables para hacer frente a los efectos del cambio climático. El objetivo es lograr sistemas de salud inocuos para el clima de aquí a 2050, participando activamente en prácticas de mitigación del cambio climático y positivas para la naturaleza, con una contabilización personalizada de las emisiones.

Además, la lucha contra el cambio climático no solo contribuye a reducir los riesgos para la salud, sino que también mejora el bienestar y protege a la población frente a las enfermedades relacionadas con el clima. Es fundamental comunicar tanto los riesgos del cambio climático como los beneficios de las soluciones para la salud. Los profesionales de la salud desempeñan un papel esencial en la educación de las comunidades, la promoción de medidas de protección y el fomento de soluciones climáticas. Para apoyar esta labor, la OMS, en colaboración con asociados, ha elaborado una guía práctica para profesionales de la salud diseñada para dotar a los trabajadores de la salud y asistenciales de los conocimientos y la confianza necesarios para difundir eficazmente información sobre cambio climático y salud (OMS, 2024).

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) da prioridad al cambio climático y ayuda a los responsables de la formulación de políticas y a los sistemas de atención de salud a hacer frente a este problema mundial. Defiende la sostenibilidad en la atención de salud, respaldando prácticas respetuosas con el medio ambiente y promoviendo sistemas de atención de salud resilientes al clima.

En la Declaración de la OCDE sobre la formulación de mejores políticas para lograr sistemas de salud más resilientes (OCDE, 2024), los ministros de salud se comprometieron a promover sistemas de salud inocuos para el clima y sostenibles desde el punto de vista ambiental, incluidas las cadenas de suministro y la fabricación de productos farmacéuticos. Este compromiso consiste en realizar regularmente el seguimiento de los avances, trabajar para crear sistemas de salud resilientes al clima a corto plazo y conseguir que estos sean inocuos para el clima de aquí a 2050, sin que ello repercuta negativamente en la atención al paciente.

La transformación ecológica en el sector de la atención de salud es urgente y abarca toda una serie de medidas fundamentales encaminadas a mitigar los efectos ambientales de los servicios de atención de salud (Colombo, 2022; Sherman y otros, 2021):

  • Reducción de desechos: los proveedores de atención de salud deben adoptar prácticas sostenibles para gestionar los desechos no peligrosos y los desechos domésticos generales.
  • Transición hacia el uso de productos reutilizables: se deben estudiar la renovación y la circularidad del material médico.
  • Protocolos de tratamiento neutros en carbono: se deben elaborar protocolos de tratamiento teniendo en cuenta el medio ambiente para reducir el despilfarro y las emisiones.
  • Evaluación de la atención de escaso valor: se debe evaluar el impacto ambiental de las intervenciones médicas para reconsiderar su conveniencia.
  • Servicios de atención de salud extrahospitalarios: se debe alentar la atención de salud extrahospitalaria para reducir las emisiones.
  • Mecanismos de acreditación: los gobiernos pueden encargar una acreditación para evaluar las medidas en materia de gases de efecto invernadero.
  • Incentivos financieros: los gobiernos pueden utilizar la financiación para incitar a los proveedores de atención de salud a reducir las emisiones.
  • Formación y concienciación: se debe concienciar a los proveedores de atención de salud y a los pacientes sobre la huella de carbono de la atención de salud y las estrategias de reducción de dicha huella.

Gráfico 1. La transformación ecológica de la atención de salud. 

Fuente: Colombo (2022).

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) insiste en el papel fundamental de la protección social para reducir las desigualdades y mejorar la resiliencia frente a los riesgos climáticos, defendiendo enfoques integrados en todas las políticas sanitarias y sociales para hacer frente a los efectos del cambio climático de manera eficaz (OIT, 2024). Es fundamental lograr mejoras ambientales en la atención de salud y los servicios sociales, haciendo especial hincapié en la reducción de la huella ecológica, adoptando diseños adaptados al clima y ampliando la cobertura de protección social, en particular en países de ingreso mediano y bajo. La protección social universal garantiza un acceso equitativo a los recursos para la adaptación al cambio climático y la mitigación de las amenazas ambientales, con medidas específicas para las comunidades vulnerables que se ven afectadas de manera desproporcionada por los riesgos para la salud relacionados con el clima.

Adoptar una gobernanza participativa e implicar a los interlocutores sociales en la aplicación de las políticas mejora la confianza y la eficacia para lograr sistemas sostenibles de protección social de la salud, que se centran cada vez más en minimizar la huella de carbono, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la accesibilidad por medio de procesos administrativos simplificados e innovaciones digitales. La armonización de las estrategias de adquisición con tecnologías de bajas emisiones y prácticas sostenibles contribuye a los esfuerzos mundiales para lograr un sector de la atención de salud con cero emisiones netas, lo que pone de relieve la importancia de que los marcos de políticas y las inversiones en infraestructuras de atención de salud y prácticas sostenibles estén cohesionados en todo el mundo (OIT, 2024).

Experiencias nacionales

Los países y las organizaciones de seguridad social están elaborando estrategias adaptadas para lograr una atención de salud sostenible. El intercambio colaborativo de respuestas, métodos y enfoques de financiación nacionales puede mejorar la búsqueda y la aplicación de soluciones eficaces. El uso de los sistemas de seguridad social para proteger el medio ambiente en la atención de salud es una medida visionaria, dado que permite reducir la huella ambiental al tiempo que se promueve la salud pública y el bienestar ecológico. Este enfoque integrado está en consonancia con los objetivos de sostenibilidad en general, haciendo hincapié en la gestión responsable de los recursos y en el bienestar de las generaciones actuales y futuras.

Francia. La OMS considera que los factores ambientales contribuyen considerablemente a las enfermedades crónicas, y la prevalencia de estas enfermedades en la población asegurada de Francia es alta. En respuesta a esta situación se puso en marcha el 4º Plan Nacional de Salud y Medio ambiente: “un medio ambiente, una salud” (2021 2025) (Francia, 2024), en el que se reconoce el vínculo existente entre cambio climático y salud pública, y se defiende un enfoque multifacético para controlar los factores de riesgo ambientales.

La Caja Nacional del Seguro de Enfermedad (Caisse nationale de l'assurance maladie – CNAM) de Francia lidera la transición ecológica del sistema de atención de salud del país, con el objetivo de reducir la huella de carbono de los productos de atención de salud, mejorar la eficiencia de la atención al paciente y apoyar las medidas preventivas. La colaboración con asociados internacionales amplifica aún más esta labor encaminada a elaborar un modelo de seguro de enfermedad que sea respetuoso con el medio ambiente (AISS, 2023b).

Por ejemplo, Francia hace frente a la cuestión de los disruptores endocrinos por medio de una estrategia nacional complementada por iniciativas regionales y locales para mitigar las enfermedades relacionadas con este problema. Las cajas primarias del seguro de enfermedad (caisses primaires d’assurance – CPAM) de los departamentos de Indre y Aisne han puesto en marcha una campaña de prevención en materia de salud ambiental centrada en la prevención de la exposición a los disruptores endocrinos, en particular los ftalatos (Caja Nacional del Seguro de Enfermedad, Francia, 2024).

Alemania. La Asociación Nacional de Seguros de Enfermedad Estatutarios (GKV Spitzenverband) de Alemania está comprometida con la creación de un sistema de atención de salud sostenible e inocuo para el clima, de conformidad con acuerdos internacionales como el Acuerdo de París y el Pacto Verde de la Unión Europea. Sus medidas se apoyan en iniciativas como el Pacto Federal sobre Salud y Clima, puesto en marcha en 2022, que moviliza a las partes interesadas de la atención de salud para promover la salud y la protección del clima. A fin de fomentar la sostenibilidad, las cajas del seguro de enfermedad realizan el seguimiento de las emisiones, revalúan las prácticas de adquisición y dan prioridad a la energía y los productos ecológicos. La mitigación del cambio climático en la atención de salud requiere un seguimiento integral de las emisiones de gases de efecto invernadero, un enfoque coordinado y la ejecución de una estrategia basada en el enfoque “la Salud en todas las Políticas”.

Recientemente, la GKV-Spitzenverband ha adoptado el documento de política titulado Nachhaltige und klimaneutrale Weiterentwicklung der gesundheitlichen und pflegerischen Versorgung (Desarrollo sostenible e inocuo para el clima de la atención de salud y los cuidados de larga duración) (GKV-Spitzenverband, 2024). El objetivo es lograr un sistema de atención de salud y cuidados de larga duración resiliente al clima, inocuo para el clima y sostenible de aquí a 2045. En el marco de esta iniciativa se colabora con partes interesadas de todo el sector de la atención de salud para cumplir objetivos concretos. El Gobierno federal y los gobiernos estatales deben asumir sus responsabilidades de financiación y apoyo a estas medidas.

Entre las principales estrategias figura la reducción del uso excesivo y del uso indebido de los servicios de atención de salud, la promoción de la digitalización y el fomento de un uso responsable de la medicina. Combatir los riesgos para la salud relacionados con el clima es fundamental, en particular para los asegurados más vulnerables, lo que hace hincapié en la necesidad de disponer de medidas de prevención y tratamiento adaptadas.

Países Bajos. El objetivo de este país es lograr una atención de salud inocua para el clima de aquí a 2050, en consonancia con iniciativas internacionales. Esta medida se apoya en un “Pacto Verde” (Pacto Verde – Países Bajos, 2022), que fomenta las alianzas público-privadas en el sector de la atención de salud (AISS, 2023b). En el Pacto se fijan objetivos claros centrados en promover la salud, concienciar sobre los efectos del clima, reducir las emisiones y fomentar las prácticas circulares en la atención de salud, y las prácticas de medicación respetuosas con el medio ambiente.

Esta iniciativa defiende un enfoque integral y combina medidas inmediatas con una planificación estratégica, haciendo hincapié en la importancia de los compromisos a largo plazo y en la puesta en marcha de cambios notables para hacer frente a los desafíos ambientales y climáticos de manera eficaz. La colaboración internacional, en particular en el sector farmacéutico, es fundamental para el intercambio de conocimientos, el fomento de la innovación y la promoción de prácticas de atención de salud sostenibles en todo el mundo.

República de Corea. En este país se han adoptado medidas de amplio alcance dirigidas a luchar contra el cambio climático mediante objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En el sector de la atención de salud se ha introducido el Sistema de Certificación Ecológica de Hospitales para fomentar las prácticas respetuosas con el medio ambiente. Concretamente, los hospitales coreanos han elaborado prácticas integrales de gestión de desechos para tratar los desechos médicos de manera eficiente y sostenible, como los métodos de separación y clasificación (Jun ho y otros, 2021) y los de tratamiento (Yoon y otros, 2022). También se aplican prácticas de construcción de edificios ecológicos centradas en la sostenibilidad y la eficiencia energética, y se pretende crear un entorno para la curación y el tratamiento con materiales sostenibles y el uso de la eficiencia energética (Park y Lim, 2011).

Reino Unido. El Servicio Nacional de Salud (National Health Service – NHS) da prioridad a la investigación y la concienciación para reducir las emisiones de carbono y lograr cero emisiones netas de aquí a 2040 en los ámbitos que se encuentren bajo su control, y de aquí a 2045 en el resto de ámbitos, incluidas las cadenas de suministro y los viajes, por medio de iniciativas como el programa “Greener NHS” (Un NHS más ecológico). Entre los logros figuran las mejoras en los edificios gestionados por el NHS, los vehículos con cero emisiones y la fijación de objetivos para los proveedores, en consonancia con los objetivos de cero emisiones netas. Además, la adopción de alternativas con bajas emisiones de carbono para productos como los inhaladores y los gases anestésicos, así como las medidas preventivas, contribuyen a reducir las emisiones de carbono en la atención de salud. Este enfoque está en sintonía con las políticas nacionales y cuenta con el apoyo de proyectos piloto locales. El panel de control del programa Greener NHS se encarga de su seguimiento, lo que contribuye a conseguir un sistema de atención de salud sostenible y neutro en carbono.

Iniciativas adicionales

Proveedores de atención de salud de todo el mundo luchan activamente contra la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero por medio de una serie de iniciativas dirigidas a reducir su huella de carbono y promover la sostenibilidad. Estas medidas se coordinan a nivel nacional con la ayuda de redes intersectoriales y el apoyo de federaciones internacionales que lideran el movimiento mundial en favor de una atención de salud ambientalmente responsable.

Canadá. El programa CASCADES del Canadá desempeña un papel fundamental en la promoción de una atención de salud sostenible por medio de la colaboración entre 14 organismos gubernamentales. En el ciclo 2021 2022 se crearon soluciones como la receta de inhaladores sostenibles, una calculadora de ahorro en carbono de la atención virtual y prácticas de anestesia sostenibles. La Coalición Canadiense para una Atención de Salud Ecológica (Canadian Coalition for Green Health Care) lleva más de 20 años ofreciendo recursos para todo el sistema de salud del Canadá. Choosing Wisely Canada colabora con empresas clínicas en la formulación de recomendaciones nacionales, detectando dónde se abusa de las pruebas y los tratamientos y teniendo en cuenta la huella de carbono (CASCADES, s.f.).

Países nórdicos. El Centro Nórdico para una Atención de Salud Sostenible (Nordic Center for Sustainable Health care NCSH) es una red intersectorial. Por medio de la colaboración con distintas organizaciones (empresas, hospitales, universidades, organizaciones no gubernamentales y regiones), el NCSH pretende concienciar e integrar las nuevas tecnologías y las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) para fomentar prácticas ambientales. Los hospitales lideran esta medida, de manera que establecen los niveles de referencia de una atención de salud que tenga en cuenta las cuestiones ambientales e inspiran la adopción de iniciativas sostenibles a nivel internacional.

Suiza. El Centro de Ginebra para la Sostenibilidad (Geneva Sustainability CentreGSC), respaldado por la Federación Internacional de Hospitales (International Hospital Federation – IHF), se creó en 2022 para lograr una atención de salud con cero emisiones netas, resiliente al clima y sostenible. El objetivo del GSC es aportar a la dirección de los hospitales las herramientas y los conocimientos especializados que se necesitan para que la sostenibilidad sea un elemento central de su funcionamiento y para promover una mejor salud para todos. Según su labor, para invertir en energía renovable y construir infraestructuras neutras en carbono con las que lograr cero emisiones netas, es necesario pasar de un modelo tradicional centrado en la enfermedad a uno basado en enriquecer el entorno y fomentar comunidades más saludables, todo ello bajo la dirección de líderes en atención de salud comprometidos con una acción climática proactiva.

A nivel mundial, la organización Salud sin Daño (Health Care Without Harm) (HCWH y ARUP, 2019 y 2021) se creó en los Estados Unidos de América en 1996 para hacer frente en un principio al problema de la incineración de desechos médicos. Desde entonces ha ido creciendo hasta convertirse en un organismo internacional que reúne a organizaciones de todas las regiones y lidera el movimiento mundial en favor de una atención de salud ambientalmente responsable. Defiende una acción urgente para reducir la huella de carbono del sector y la integración de las políticas climáticas y sanitarias. Insta a gobiernos, instituciones de atención de salud y organismos de seguridad social a colaborar, innovar e invertir en la investigación para acelerar la transición a un sistema de atención de salud sostenible.

Consideraciones finales

Los sistemas de atención de salud repercuten en gran medida en el medio ambiente, dado que consumen importantes cantidades de energía, agua, alimentos y materias primas, lo que genera una gran cantidad de desechos. Además, la eliminación de los excedentes de medicamentos agrava los problemas ambientales y, en consecuencia, ocasiona problemas de salud.

La protección del medio ambiente y la mitigación del cambio climático son responsabilidades fundamentales de los sistemas de atención de salud y exigen una transición hacia prácticas sostenibles.

Las instituciones de seguridad social y de atención de salud desempeñan un papel importante en el sistema de salud y las buenas prácticas incluyen varias iniciativas que contribuyen a las medidas nacionales. En concreto, estas prácticas están relacionadas con la preservación del medio ambiente, para lo que protegen el acceso a la atención de salud, promueven la adopción de medidas preventivas y apoyan las prácticas sostenibles. Estos estudios de casos nacionales también ponen de relieve la necesidad de la colaboración internacional y del intercambio de buenas prácticas para encontrar soluciones eficaces.

Los sistemas nacionales de atención de salud pueden regirse por los principios establecidos por las organizaciones internacionales para luchar contra el cambio climático. Organizaciones internacionales como la OIT, la OMS, la OCDE y la AISS desempeñan un papel crucial para facilitar esta transformación.

Es imprescindible que todos los sectores, incluidas la seguridad social y la atención de salud, preserven el medio ambiente y logren la inocuidad para el clima. La AISS tiene el firme compromiso de analizar estos aspectos fundamentales por medio de webinarios y artículos encaminados a promover el intercambio de conocimientos y la difusión de buenas prácticas. 

Referencias

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AISS. 2023b. Refuerzo de la protección del medioambiente en la atención de salud (Webinario. 6 de julio). Ginebra, Associación Internacional de la Seguridad Social.

Caja Nacional del Seguro de Enfermedad. 2024. Prevención de la exposición a los disruptores endocrinos: gestos de hoy para la salud de mañana / Un caso de la Caja Primaria del Seguro de Enfermedad de Indre y Aisne (Buenas Prácticas en la Seguridad Social). Ginebra, Associación Internacional de la Seguridad Social.

CASCADES. (s.f.) Creating a sustainable Canadian Health System in a climate crisis. [S.l.].

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Lectura y msteriales adicionales

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